Por fin el sol hace acto de presencia, y la cocina se destapa y aligera. El cuerpo nos pide marcha y toda esa suerte de sopas frías refrescantes, tartares y ensaladas coloristas que nos alimentan. Tenemos hambre de verano y de aceitacos vibrantes que nos iluminan tanto como el astro rey. Este que traemos hoy a nuestra estantería top es un oliva virgen extra que destila carácter y a la vez sutileza. Elaborado a partir de aceituna arbequina luce color verde-amarillento tope molón, con cuerpo y enjundia como para engrandecer cualquier plato y un aroma súper fresco de hoja y hierba recién cortada que no puede ir más al pelo con la estación que nos toca gozar. Sin estridencias, elegante, como una suave noche estival. Los olivos con los que se elabora provienen de la zona de Campo de Arañuelos, a la falda de la Sierra de Gredos (Cáceres), regados por las aguas del río Tiétar. La molturación se ha llevado a cabo luego de forma personalizada y con una mínima filtración para preservar todo su potencial. Aceite a tener muy en cuenta y a precio de ganga, ¿quién da más?