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-Tranvías en otras ciudades


-El tranvía cruzará Bilbao en 15 minutos desde San Mamés hasta Atxuri

-Miles de personas asistieron a la presentación del tranvía de Bilbao


El tranvía cruzará Bilbao en 15 minutos desde San Mamés hasta Atxuri

El tramo, que entrará en servicio en la primavera de 2002, será el primero de una futura red de líneas

ÍÑIGO DOMÍNGUEZ

MAQUETA. La maqueta del tranvia.

Desapareció hace 36 años de las calles de Bilbao como símbolo del pasado, de lo antiguo, del atraso. Pero dentro de año y medio regresará a la ciudad como emblema del futuro, de la ciudad humanizada y hasta de la ecología. Vuelve el tranvía, pero eso sí, a 50 kilómetros por hora.

Así fue presentado ayer en el museo Guggenheim, otro de los nuevos iconos de la villa. Conocidos ya casi todos los detalles técnicos del tranvía, gestionado por Euskotren y bautizado como Euskotran, sólo quedaba ver su aspecto para encajarlo en el paisaje urbano. A partir de la primavera de 2002, si se cumplen las previsiones, tendrá que hacerse un hueco en la vida de los bilbaínos. El consejero de Transportes, Álvaro Amann, pidió a los ciudadanos que «incorporen a sus costumbres» este nuevo medio y apostó por él como «una verdadera alternativa al vehículo privado».

Vías cubiertas de hierba
En esta batalla contra el coche, que antaño le expulsara del asfalto, el tranvía presenta sus armas: tardará 15 minutos en cruzar Bilbao desde Atxuri hasta Basurto, aunque esta última parada se añadirá meses más tarde. Hasta entonces, el extremo de la línea estará en San Mamés. Como algunas colonias, ganará en las distancias cortas, como por ejemplo en el trayecto Guggenheim-Arriaga. Lo cubrirá en cinco minutos, más rápido que un peatón y también más práctico que un turismo, teniendo en cuenta la engorrosa tarea de aparcar.

El tranvía aspira a ser, junto al metro, la nueva forma de moverse por el centro de Bilbao. Y, según anuncian las instituciones implicadas, irá a más. Gobierno vasco, Ayuntamiento de Bilbao y Bilbao Ría 2000, que han invertido 3.400 millones de pesetas en el proyecto, anuncian que este es el primer paso de una futura red de tranvías. De hecho, ya nace con el nombre de Línea A.

Las unidades, con aire acondicionado y acceso sin escalones, al nivel del andén, pasarán cada cinco o diez minutos por las estaciones. Los tranvías se deslizarán a lo largo de Abandoibarra y Uribitarte por una mullida franja de hierba, son las denominadas 'vías verdes'. En el resto del recorrido los raíles estarán flanqueados por adoquines, tal como ya se observa en algunos de los tramos construidos.

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150 pesetas y canceladoras en la parada

Evocador, turístico o «demasiado moderno», el nuevo modelo no dejó a nadie indiferente

I. D. BILBAO

La presentación del futuro tranvía fue también la de sus marquesinas. «Minimalistas, racionales, armónicas con el entorno», como las definió el equipo de Nexus e Item, las compañías de diseño del proyecto. Cada parada dispondrá de una máquina en la que se podrá comprar el billete y cancelarlo.

Aquí está una de las principales novedades: el acceso al vagón es libre, sin control. Al estilo de otros países europeos, un revisor se subirá aleatoriamente por las unidades pidiendo el ticket. Pero es más fácil hacer el viaje sin pagar, y la picaresca ya tiene un filón abierto. Ante este riesgo, Euskotran confía en la «civilidad» de los usuarios.

Con esta posibilidad el precio del viaje se revela decisivo. Se maneja un importe de 150 pesetas, pues «la referencia será la tarifa del metro», señalan portavoces de Transportes.

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Un sistema de radio les dará prioridad en los semáforos

Los técnicos no descartan accidentes, pero confían en la coordinación de los cruces con vehículos

I. DOMÍNGUEZ. BILBAO

Automovilistas y peatones tendrán que aprender a convivir con los tranvías, una combinación que puede ser problemática en los cruces de calles. Técnicos del proyecto admiten que más tarde o más temprano habrá accidentes -«en todas las ciudades con tranvía los ha habido»-, aunque están seguros de que será fácil acostumbrarse. Relatan, como anécdota, lo ocurrido en Valencia, la única ciudad española que ya recuperó este transporte en 1994. «Los primeros días -recuerdan- tenía que ir la grúa delante para quitar los coches aparcados en las vías».

En Bilbao, Euskotran utilizará un complejo sistema de radio para coordinar el paso de las unidades por las intersecciones. El tranvía emitirá automáticamente una señal de radio cuando se acerque a un semáforo y un receptor instalado en éste alterará su funcionamiento habitual. El semáforo buscará rápidamente una secuencia de luces que dé prioridad al paso del tranvía sobre coches y transeúntes.

En la mayoría de los casos, el convoy seguirá su camino sin detenerse, pero si no es posible acomodar la organización del tráfico a su llegada, deberá detenerse. «Por supuesto, siempre estará el maquinista para frenar en caso de que sea necesario», añaden los expertos.

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