Mozart, según Calixto Bieito
Nieves Fontova
Calixto Bieito ha realizado algunos de los montajes más rompedores de óperas de Mozart, con escándalos incluidos. El director, que se encuentra ahora realizando los últimos ensayos de ‘Wozzeck’ que estrena el próximo 30 de diciembre en el Liceo de Barcelona, considera que con este compositor a la hora de plantearse una puesta en escena «hay que inventar». La razón: está alejado en tiempo y eso a veces provoca deformaciones. «Cuando te planteas qué vas a hacer, lo primero es combatir los muchos clichés de las diferentes épocas y gustos que lastran estas óperas. Algo que sucede en menor medida, por ejemplo, con Verdi, que está más próximo en el tiempo».

‘El rapto en el serrallo’ de Bieito en Berlín.
Pero el trabajo de Bieito siempre es «muy intuitivo y emocional». Y la música de Mozart la ve «con muchos colores. Toca muchas teclas de las emociones humanas. Creo que es un autor que hay que reinterpretar en clave contemporánea a la hora de ponerlo en escena. Hacer algo de ahora para la gente de ahora». Personalmente la ópera de Mozart que más le gusta es ‘Don Giovanni, una obra que le acompaña en su carrera. La ha hecho en Alemania y en 2008 tiene previsto montarla en Barcelona. «Esta pieza es sublime porque texto y música encajan muy bien. Cosa que no sucede con ‘Così fan tutte’, donde la música es estupenda pero el texto es de una vulgaridad estrepitosa. Y eso que arrastramos la tradición sicologista de que el libreto es un gran descubrimiento sobre el amor. La verdad es que el texto me parece escrito por un putero».

Una de sus trabajos que más polémica en los últimos tiempos que ha levantado ncluso airadas respuestas ha sido ‘El rapto en el serrallo’ –en cartel todavía por muchos meses en la capital alemana–, una pieza cuyo libreto le parece «flojo» con una música genial. Por ello, optó por hacer una versión «muy libre. Había un par de claves en el libreto que me parecían muy interesantes y hablé sobre esos aspectos».

Bieito reconoce que las puestas en escena «tradicionales» también tienen su mercado, pero rechaza que la línea sea única. «Pueden convivir las dos líneas, la convencional y otra más vanguardista, en la que se puede utilizar la música de Mozart para explicar otras cosas», precisa.