Fernando J.Pérez
Enviado especial |
Iñurrategi y Beloki llegan al C-II
tras abrir huella desde el campo anterior
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Un manto de nieve cubre
por completo el campamento II. / F. J. PÉREZ |
La nieve caída estos últimos días les tenía
reservada una desagradable sorpresa a los alpinistas de la expedición
'Oinak Izarretan'. Alberto Iñurrategi y Jon Beloki tuvieron
que abrir huella ayer desde el campo I (5.400 m.) hasta el II
(6.400). Así, lo que iba a ser una jornada de trámite
en el camino hacia la instalación del tercer y último
campo de altura se convirtió en una agotadora travesía
que les llevó casi seis horas de ardua ascensión.
Al menos, tuvieron el consuelo de disfrutar de un excelente día,
que esperan sea la confirmación de que el buen tiempo,
por fin, se ha asentado en la región de los Annapurnas.
Sin embargo, nada más llegar a las tiendas, los alpinistas
sufrieron otro contratiempo. Fruto del cansancio o en un descuido,
se les cayo el cazo donde preparan la comida con los cubiertos
dentro, que inmediatamente se deslizó pendiente abajo hasta
perderse en el abismo. Y como las desgracias nunca vienen solas,
al poco rato, en otro descuido, Jon Beloki agujereó el
otro cazo que tenían de repuesto. Estaban retirando la
nieve de alrededor de la tienda cuando «no he visto el cazo
y le he pegado un golpe con el piolet. Después de todo
esto os podréis imaginar como esta el jefe (por Alberto)»
comentaba Jon a través de la radio sin perder el buen humor.
El problema no es menor. No tanto por los cubiertos como por la
cazuela. Es imprescindible para hervir el agua y en ella se preparan
toda la comida caliente que toman el altitud. Por suerte no están
solos allí arriba y rápidamente se arreglaron con
Lafaille Viesturs y Veikka para compartir los utensilios de cocina.
De esta forma quedaba disipada la opción de tener que descender
al campo I a por el cazo que allí les queda, una posibilidad
nada agradable a la vista de la paliza que se dieron para salvar
los mil metros de desnivel entre ambos campamentos.
A por el campo III
Y si la de ayer fue una jornada dura, la de hoy no va a ser menos.
El objetivo no es otro que alcanzar el punto elegido para el campo
III, a 7.200 metros bajo el Roc Noir, justo al principio de la
arista este del Annapurna, e instalarlo. Si ya ayer tuvieron una
nieve profunda entre los campamentos I y II, lo de hoy puede ser
una nueva prueba de fuego para su fortaleza física en un
tramo de la vía donde hace una semana, sin las nevadas
de los últimos días, ya tuvieron que abrir huella
con nieve hasta casi las rodillas.
Además, de acuerdo con Lafaille, Viesturs y Veikka, han
decidido una pequeña modificación en el plan previsto
a fin de acelerar la aclimatación y ganar tiempo. Si hoy
no consiguen alcanzar el lugar elegido bajo el Roc Noir, debido
al exceso de nieve o a la longitud de la ruta, vivaquearán
con la tienda en el punto en el que se queden, en vez de retornar
al C-II. De esta forma, ese tramo ya lo tendrían ganado
para mañana, día en el que, si el tiempo sigue acompañando,
podrían instalar el C-III sin mayores contratiempos.
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