Fernando J.Pérez
Enviado especial |
La expedición desafía al
mal tiempo anunciado y vuelve a la montaña
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Un manto de nieve cubre
por completo el campamento II. / F. J. PÉREZ |
La inactividad hace mella en la expedición Oinak
Izarretan. Tanto que están dispuestos a despreciar
los partes meteorológicos, que indican un emporamiento
del tiempo con nevadas durante todo el día, y han programado
para hoy su retorno a la montaña. La expedición
se pondrá en marcha al completo. Alberto Iñurrategi
y Jon Beloki con el objetivo de iniciar su tercera y última
fase de aclimatación en la montaña, que les debe
llevar hasta el campo III, aún por instalar a 7.200 metros
de altitud. Y Jon Lazkano y Juanjo San Sebastián para realizar
un nuevo porteo de material hasta el campo I.
«El tiempo y las previsiones que recibimos nos tienen un
poco desconcertados, así que vamos a subir hasta el campo
I. Si al final se cumple lo anunciado y tenemos mal día
volveremos al CB y al menos nos habrá servido para estirar
las piernas y hacer un porteo. Si hace bueno, nos quedaremos ya
en altura y será un día que habremos ganado»,
explicaba ayer Alberto.
La nevada no llegó
Menos paciencia aún tuvieron los componentes extranjeros
de la expedición al Annapurna. Jean-Christophe Lafaille,
Ed Viesturs y Veikka Gustaffson no se lo pensaron dos veces y
ayer a primera hora, nada más amanecer y al ver el cielo
azul, partieron hacia el campo I. Su plan inicial era simplemente
llevar algo de material hasta sus 5.400 metros. Pero ante la bonanza
climatológica la anunciada nevada vespertina quedó
en unas amenazantes nubes que sólo descargaron unos copos
decidieron dormir en altura y esperar la llegada de los alpinistas
vascos.
Mientas tanto, un nuevo y esperado elemento de evasión
llegó ayer hasta el campo base: periódicos. De la
mano de una pareja de excursionistas vascos que están realizando
el trekking del Annapurna y se acercaron hasta el Annapurna
Base Camp, el campo base se inundó ayer de diarios
provenientes de Euskadi. Y sobre ellos se avalanzaron con avidez
los expedicionarios. Daba igual que los más recientes fueran
de hace casi diez días. La necesidad de noticias de casa
compensa la tardanza en conocerlas.
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