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El corazón de la banana

«Florida, el Estado del sol radiante, donde tu voto cuenta y cuenta y sigue contando» El negocio del humor ha hecho presa en las elecciones americanas

MERCEDES GALLEGO.ENVIADA ESPECIAL. MIAMI DADE

MISIÓN CUMPLIDA. Harris recibe las felicitaciones. / REUTERS
Florida, «el estado del sol radiante», tiene un nuevo eslogan para atraer a la gente de todo el país. «Florida, el estado donde tu voto cuenta ... y cuenta, y cuenta, y sigue contando». El eslogan es el último grito en camisetas de la campaña más hilarante de la historia, delicia de humoristas y guasones, tan entusiasmados con la temática que se emplean a fondo en refinar los productos del «recuentomanía».

En la capital de ëBanana Republicí, nombre oficioso del Estado que desde la saga de Elián ascendió a pancartas, acreditaciones y cabeceras múltiples, el exilio cubanoamericano ha vuelto a enzarzarse en barriobajeras disputas con las que han hecho suyo el contencioso electoral.

Los amigos del anticastrismo protagonizaron la más violenta rebelión en las oficinas de Miami Dade donde se llevaba a cabo el recuento, aparcado tras esa maniobra intimidatoria. La contraparte demócrata ha puesto en marcha a la parte del exilio que apoya a Al Gore, y que cree exactamente lo contrario de lo que dicen las camisetas publicitarias.

«Miami va a pasar a la historia como el único condado de todo el país donde a los ciudadanos no se les reconoce el derecho de contar su voto», gritaba airado ayer a través de los micrófonos el congresista Bob Méndez.

Méndez capitanea las hordas demócratas, enviadas para batirse en duelo con las republicanas, y es la versión de Jesse Jackson al frente de los afroamericanos. «En Miami tenemos más de 10.000 votos que nunca han sido contados», explica el congresista, «y los republicanos no quieren que se cuenten porque saben que le darán la victoria a Gore».

Se trata de los llamados ëvotos dudososí que fueron descartados las máquinas de cómputo en los tres recuentos automáticos por no tener completamente desprendida la lengüeta de papel que debe desprenderse al ser perforada por el votante con un punzón.

Esas papeletas habían sido ya identificadas por la junta electoral y podían haber sido escrutadas en el plazo concedido por el Supremo de Florida, que expiró el domingo. Sin embargo, los tres miembros de la junta decidieron tirar la toalla en la víspera del Día de Acción de Gracias argumentando que no disponían de tiempo suficiente.

«Miami Dade tiene la llave de estas elecciones», dice Méndez, «y estoy convencido de que no acabará la semana sin que un juez admita que todos los habitantes de este condado votamos como votantes. Y cuando ello ocurra, Al Gore será el nuevo presidente de este país».

Todo eso, a juicio de José María de Freixas, un exiliado cubano que tiene una empresa de márqueting, «es pura palabrería, asegura con indignación. «¿La gente no es boba!, que es eso de las papeletas preñadas y de poner las papeletas al trasluz para adivinar lo que quería el votante. Aquí es igual que en España y que en todas partes: se hace un recuento, sale un ganador y si se ve muy apretado se vuelve a contar para estar seguro, pero no treinta veces, todo tiene un límite. Lo que pasa es que quieren sacar de donde no hay, y eso no puede ser».

Yo no sé nada

Cuando se le pregunta por las 157 sufragios que se encontraron a favor de Al Gore en los primeros días del recuento manual de Miami Dade, y que no han entrado en el cómputo final, Freixas arquea las cejas. «¡Yo no se nada de eso!. He estado viendo la televisión y escuchando las noticias todos estos días y no he oído nada de lo que me estás diciendo. ¿Tu está segura?». Y entonces le asalta la duda y le embarga la sospecha. «Y tu de qué bando eres, pregunta el republicano convencido. Cuando descubre que esta corresponsal es extranjera y ajena a la política americana, sólo le queda Castro. «Si Clinton y la Reno no se hubieran aliado con Fidel para hacerle la cama y mandarle al niño este, que era un pobre infeliz, nada de esto hubiera pasado».

Freixas asegura que el 80% de los cubanoamericanos de Miami han votado por Bush a modo de castigo por el caso Elián. Sus datos no son correctos. Los demócratas han comprobado en estas elecciones que el exilio cubano está tan dividido como demostró en su día el niño balsero. La nueva generación de emigrantes cubanoamericanos llega más motivada por las penurias económicas de la isla que por el sentido anticastrista de su huida. Sin embargo, con una diferencia de 357 votos todo cuenta.

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Gore pierde la batalla de la imagen

M. G. MIAMI

El 60% de los estadounidenses creen que el candidato demócrata y actual vicepresidente, Al Gore, debe reconocer la victoria de George Bush, según se desprende del sondeo difundido hoy por el ëWashington Postí y la televisión ABC.

Por el contrario, según el sondeo, realizado ayer por teléfono, el 35% consideran que Gore debe continuar con la batalla legal en los tribunales. Un 56% sin embargo creen que el recuento de votos en Florida ha sido justo.

 

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