Un juez desestima la
impugnación demócrata al triunfo de Bush en Florida
Gore dará por
terminada su batalla por la Casa Blanca si el Tribunal Supremo
del Estado caribeño rechaza su recurso de apelación
MERCEDES GALLEGO. CORRESPONSAL
NUEVA YORK
Un día negro para Al Gore. La Justicia
rechazó ayer los argumentos expuestos por el demócrata
al impugnar los resultados electorales de tres condados en un
tribunal de Florida. «Desafortunadamente, esta decisión
ocurre sin que se haya contado ni uno de los votos dudosos que
exponíamos», se lamentó el abogado David
Boies, que ha capitaneado el primer caso de una impugnación
presidencial en la historia del país.
«Ellos ganaron, nosotros perdimos,
estamos apelando», resumió. «Esta misma tarde
(por ayer) presentaremos un recurso de urgencia en la Corte de
Apelaciones para que envíen el caso al Supremo (de Florida)»,
anunció el abogado demócrata. Pero Boies adelantó,
además, que Gore «dará por terminada su batalla
por la Casa Blanca si el Alto Tribunal desestima su recurso».
La decisión del juez Sanders Sauls
llegaba apenas horas después de que el Supremo de la nación,
al que había recurrido en un caso paralelo la campaña
de George Bush, remitiese el caso de vuelta al órgano
estatal para pedirle que argumente mejor la decisión de
hace dos semanas en la que amplió el plazo para que se
aceptasen datos del recuento.
«Ni buenas ni malas noticias»,
explicó entonces el portavoz demócrata Greg Simon
al valorar esa inocua decisión del Supremo de la nación.
La esperada decisión del más alto tribunal del
país se limitaba a pedir al Supremo de Florida que explique
qué tipo de leyes interpretó para discernir si
el caso exige la atención federal o es definitivamente
una cuestión interna de Florida.
Los siete miembros del Tribunal Supremo
del Estado estudiaban ayer su propia decisión y prometían
una pronta aclaración. «El Supremo de EE UU es el
máximo tribunal sobre la tierra», recordó
el portavoz del tribunal de Florida Craig Waters. «No se
ignora lo que diga».
La campaña de Bush había
pedido al alto tribunal que anulase la decisión de la
Corte estatal que, a su juicio, se extralimitó al ordenar
a la secretaria de Estado Katherine Harris que aceptase los resultados
del cómputo manual que se llevaba a cabo. «La decisión
de esta mañana era esperanzadora», recapituló
un abogado de Gore al pensar en la sorprendente inhibición
del Supremo de la nación. «La de esta tarde es tremendamente
decepcionante».
Retorno al pasado
Algunos demócratas lo veían
con ojos aún más pesimistas. «Son malas noticias,
pero no porque la opinión del Supremo nos resulte desfavorable,
sino porque complica más las cosas y manda el caso a donde
estaba hace dos semanas», explicó un senador. «Vamos
cortos de tiempo y lo que necesitábamos era una decisión
que clarificase el caso, para que no se nos eche encima el día
12.»
El próximo martes, el Congreso de
Florida, de mayoría republicana, nombrará a los
25 delegados que elegirán presidente junto a resto del
país el día 18. El capitán legal de Gore
insistía ayer con terquedad. «Creemos que aún
hay tiempo de contar los votos», dijo Boies, aún
herido por la derrota.
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