El
ajuar de la novia, sigue la tradición
Una de las tradiciones que más han cambiado en la organización
de una boda es, sin duda, la del ajuar de la novia. Los tiempos
han cambiado y si antaño eran las madres quienes intervenían
en su preparación, ahora son los novios quienes deciden
cómo estará conformado su nuevo hogar.
El día del compromiso el novio entregaba a su futura
esposa el "cofre de la buena esperanza" con todos
los linos para la casa, mientras la madre del novio escogía
a su gusto los monogramas con que se grababan sabanas, manteles,
toallas, etc.
Según la tradición, la madre del novio era quien
seleccionaba el ajuar para la casa de la futura pareja, pues
se pensaba que ella y la novia tendrían los mismos
gustos.
Por su parte cuando la novia tiene planeado adquirir su ajuar
personal, realiza una lista de todo lo que desea para su nueva
vida de casada, tanto su ropa íntima y lencería,
como pijamas y ropa de calle para la luna de miel. Además
de todo lo necesario para su nuevo hogar.
El ajuar para la nueva casa se compone principalmente de
sábanas, fundas de almohadas, cojines, edredones, cubrecamas,
también juegos de baño, manteles con sus respectivas
servilletas y, en definitiva, todos los elementos que en la
vida diaria de hogar son necesarios.
Es la novia quien debe correr con los gastos de su ajuar
personal, pero con un entendimiento previo pueden ambos compartir
los costos.
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