Nos gustan los vinos de Ossian. Son blancos con personalidad y solera, que exprimen lo mejor de la Verdejo. El Columela 2009 triunfó como una superstar, porque aquí nadie es tonto y las cosas bien hechas se valoran. Ahora, nos acaba de llegar el 2010, rebautizado como Quintaluna, que conserva su esencia. Esa espléndida boca consecuencia de la uva vieja, de las levaduras autóctonas y de la crianza sobre lías. Es caldo sin bobadas, para lucir en cualquier situación, con una nariz frutal: limpia pero explosiva, llena de flores blancas, frutas de hueso y cítricos como la mandarina. ¡Menuda ricura! En boca es graso, con profundidad y sabores pronunciados como la almendra y algo de pera. En veranito, se venderá como las pipas.