Tiene nombre de cupletista jotera y así, a primeras, eso es un buen presagio. Pero no es la única sorpresa que nos depara este vino procedente de una bodega berciana, que toma precisamente su apelativo de un pequeño viñedo de mencía que recuperaron para la causa. Si meten la pinocha, descubrirán todo un universo en el que se entremezcla el torrefacto, la fruta negra madura y los frutillos rojos, la tierra húmeda y hasta la piedra seca, hagan caso, ¡un latigazo de impresión! No desmerece en boca, con una golosa entrada, casi carnosa como un mordisco de amante, un punto de amargor y esa fantástica acidez, que lo limpia todo y deja volver a disfrutar del vino, sorbo a sorbo. Todo un campanazo el que han dado los de Finca Losada, con los visos de evolucionar como una rock & roll star.

  Guía de vinos: Rioja, Rioja Alavesa, Ribera de Duero ...