Idrias es un buen ejemplo del carácter del Somontano. Un vino elaborado en la zona de Huesca, donde de día casca un ‘lorenzo’ de justicia y las noches en cambio piden chal o rebequita, lo que confiere a los caldos su chispa. Notas licorosas en nariz, con mucha fruta negra madura, regaliz, especias y aromas de monte bajo con minerales como el pedernal, incluso tiza. Entrada golosa, con un punto de verdor y una acidez refrescante que nos chifla. Es largo y está la mar de rico. Con un plato de caza, una perdiz estofada o una liebre a la royal haría un buen matrimonio.

  Guía de vinos: Rioja, Rioja Alavesa, Ribera de Duero ...