Esta bodega está situada en la localidad cacereña de Trujillo, tierra de conquistadores, y se currela unos vinos deliciosos y apetecibles a más no poder. Identificados con la añada, por aquello de que la naturaleza crea obras únicas, el número diez es monovarietal de syrah de color ciruela brillante con aromas que te hacen la boca agua, golpetazo de grosellas y arándanos, fruta roja, violetas, y notas de cuero y ahumados que nos chiflan. En boca guarda esa misma frutosidad pero con un toque sedoso y dulce, con buena acidez, una frescura sorprendente y un final de los que duran. Un vino pelotudo este de las Bodegas Habla para disfrutar en grata compañía.

  Guía de vinos: Rioja, Rioja Alavesa, Ribera de Duero ...