Los amigos de Domecq están presentes en distintas regiones vinícolas españolas y tienen haciendas repartidas por ocho denominaciones de origen diferentes. En el municipio vallisoletano de Rodilana poseen ocho hectáreas de Sauvignon Blanc que fueron vendimiadas al caer la noche para no dañar los racimos. El resultado es un vino muy fresco, de espíritu femenino y soleado, luminoso y que apetece beber con descaro. De tono amarillo pálido asustadizo y delicado, «se muestra floral y cítrico en boca», según reza su ficha de cata y es verdad verdadera, pues lo hemos comprobado con sumo agrado. Las 5.000 botellas que componen la edición limitada de Aura Sauvignon Blanc 2008 salieron de una bodega joven que pelea por consolidarse y echar raíces en aquellas tierras castellanas, de la mano de la enóloga Teresa Rodríguez.