Juntamos las nueces con la leche y el azúcar y trituramos bien. Después, dejamos hervir la mezcla durante 20 minutos junto con la ramita de canela.
Una vez pasado este tiempo, añadimos a la maizena y las yemas que habremos mezclado ya con anterioridad. Volvemos a hervir la mezcla de nuevo removiendo para que no se pegue. Un minuto y medio de cocción es suficiente. Fuera del fuego, le añadimos la mantequilla que se derretirá por el calor y la mezclamos bien.
Esta masa la vertemos sobre unos moldes de silicona que metemos a la nevera. Una vez estén fríos, ponemos una sartén con aceite de girasol a calentar y vamos pasando la crema pastelera de los moldes por harina y huevo batido. Los freímos.
Lo sacamos del fuego y lo ponemos en un papel absorbente para que pierda la grasa. Los servimos en un platito bonito y rallamos la nuez por encima.
Se puede acompañar de un puré de membrillo, que prepararemos poniendo membrillo con agua y triturando con la batidora.
Receta del cocinero David de Jorge