Pelar los ajos, cortando los extremos, utilizar lo blanco y parte de lo verde. Cortar cada brote en trozos de 2 centímetros de largo. Sacar las mollejas de la lata o tarro de cristal, desposeerlas de toda la grasa del pato y laminarlas. Limpiar con un trapo las setas, quitar los bordes duros y trocear. Poner una sartén a fuego lento con el aceite y los trozos de ajo tierno. Dejar que se haga pausadamente. Mientras, batir los huevos y sazonarlos. Cuando los ajos empiecen a tomar color, se vierten las setas. Dos minutos después, se dan vuelta; uno más tarde se agregan las mollejas laminadas, se revuelven durante otros sesenta segundos y se incorporan los huevos batidos. Remover a baja temperatura sin cesar; que quede cremoso