Semana del 16 al 22 de abril de 2005
Anchoas, azules y sabrosas
JESÚS LLONA LARRAURI
La costera de la anchoa ya ha comenzado.
Y lo hace, como ya viene siendo costumbre, bajo el síndrome
de la actuación de la flota francesa, que se
excede en los cupos y faena con redes de arrastre pelágico.
En contra de una creencia popular muy extendida, hay
que decir que la anchoa, el boquerón y el bocarte
son la misma especie marina, bautizada con nombres distintos
según la zona del litoral peninsular. En algunas
latitudes se llega incluso a confundir la anchoa con
la sardina, aunque la realidad es que sólo son
parientes. Las 'xoubas' son sardinas pequeñitas,
jóvenes, que también son conocidas en
Galicia como 'parrochas'. No tienen sin embargo
nada que ver con las anchoas. Eso sí, se parecen
en que las dos están riquísimas.
La
anchoa es un pescado azul que contiene grasas en número
variable, del 6% al 25%, ricas en omega-3, según
la época del año. Su consumo tiene un
papel fisiológico importante, ya que disminuye
las grasas de la sangre, principalmente el colesterol,
y evita la agregación de las plaquetas, lo que
supone una gran ayuda en el tratamiento y prevención
de la arterioesclerosis. No contiene azúcares,
pero sí muchas proteínas, entre el 15%
y 19%, de alto valor biológico por su riqueza
en aminoácidos. Contiene vitaminas liposolubles
A, D, E y K, muchos minerales sodio,
iodo y fósforo y calorías (alrededor
de 150 por 100 gramos).
Debido a la gran cantidad de grasas que
tiene, muy beneficiosas para la salud, la carne de la
anchoa puede resultar indigesta para algunos estó-magos.
El pescado azul, fuente de proteínas y calorías,
es abundante en cap-turas y generalmente barato todo
el año, por lo que tiene gran importancia en
nuestra alimentación. Su consumo puede producir
procesos alérgicos en personas sensibles con
mayor frecuencia que otros pescados blancos e incluso
carnes.
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