Semana del 28 de febrero al 5 de marzo de 2004

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La piña

Jesús Llona Larrauri

EL CORREO

Originaria de Brasil, su nombre viene de la palabra caribeña anana y es conocida como piña tropical o piña americana, aunque en la actualidad, la mitad de las que se consumen en Europa provienen de Hawai y de Costa de Marfil, en Africa. La mayoría de sus componentes, al igual que casi todas las frutas, es el agua y su aporte calórico es bajo, unas 55 calorías casi todas procedentes de los hidratos de carbono, ya que la presencia de grasas y proteínas es inapreciable.

Contiene bastante fibra, unos 2,5 gramos, que otorga a esta alimento un suave efecto laxante, mucho potasio –que favorece la eliminación de líquidos y reactiva los sistemas enzimáticos y la excitabilidad neuro–muscular– y también calcio, fósforo, magnesio, manganeso, hierro y muy poco sodio, vitamina C; carotenos, vitamina E, y ácido fólico. También incorpora ácidos málico y cítrico, responsables de su sabor ligeramente ácido. Este último pasa por ser un importante potenciador de la vitamina C. La presencia en cantidades apreciables de las tres vitaminas antioxidantes (A, C y E) hace que se pueda considerar una ‘fruta–salud’.

Contiene bromelina, una enzima que rompe las moléculas proteicas de los alimentos y ayuda a hacer la digestión, y es tan potente que los trabajadores de las plantaciones deben proteger sus manos con guantes para preservar la piel, que sería literalmente destruida por la bromelina. Esta enzima se desactiva con la temperatura, de modo que es preferible su consumo en fresco porque, en algunos casos, la piña en conserva y la enlatada han sido tratadas con calor.

Resulta conveniente para las personas que hacen régimen depurativo después de las comidas pesadas y en dietas de adelgazamiento, permite eliminar mejor las toxinas orgánicas, favorece las secreciones del estómago e incluso tiene fama de poseer virtudes afrodisíacas. Hace unos años, se lanzaron al mercado unas cápsulas llamadas ‘piña–avión’, con pretendido efecto adelgazante, pero una cosa es facilitar la digestión y otra que sea adelgazante.

Esta fruta no madura satisfactoriamente a no ser que esté en la planta, donde puede duplicar su contenido en azúcar durante la ultima etapa de madurez. No conviene adquirirlas demasiado maduras. Como mejor se conserva es en un lugar fresco, sin cambios bruscos de temperatura, y nunca en el frigorífico, donde se estropea con mucha facilidad.


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