Semana del 24 al 30 de junio de 2006
Perretxikos fuera de temporada
JESÚS LLONA LARRAURI
Aunque
para muchos amantes de las setas el otoño es
la mejor oferta, la primavera nos da también
estos manjares del suelo como el rebozuelo, la colmenilla,
el boletus y por supuesto los perretxikos. Se conocen
también como perrochicos, seta de San Jorge,
sisas, seta de Orduña, moixernó en catalán,
y de nombre científico Calocybe gambosa, en el
terreno consumidor algo tan representativo de la época
del año como los espárragos o los primeros
guisantes.
Es una seta de tamaño pequeño y así
se prefieren los llamados de botón, como los
'pezqueñines' de la pesca, tiene sombrero blanco
o crema enrollado en los más jóvenes y
plano-convexo en los más hechos, carne pálida
y dura, aroma a harina recién molida con un recuerdo
al jengibre que hace que muchos los coman crudos, crece
en prados y entre las matas de plantas espinosas.
Marca época sobre todo en Navarra, Álava,
Vizcaya, pequeñas zonas norteñas de Burgos,
Cataluña y es objeto de deseo de los habitantes
de las comarcas donde crece. Como todo lo bueno, escaso
y caro, pero vale la pena. Los alaveses, por San Prudencio,
comen caracoles en salsa y perretxikos, e incluso en
el himno al Patrón figura una alusión
«a las buenas tortillas de perretxikos, con huevos
frescos, para éste día de animación».
Se comen de muchas maneras, salteados en un aceite en
el que se han dorado una pocas láminas de ajo
de las que se prescinden antes de saltear las setas,
o en revuelto cuando son pequeños, aunque en
otras latitudes los toman en crepes, en manitas de cerdo
rellenas, a la plancha en platos salseados, en sopa
con caldo de carne y almendras, con pichones de Navaz
Como decía Wenceslao Fernández
Flórez, las setas son «hijas de la lluvia»,
y tienen mucha agua, pocas calorías, bastantes
proteínas de buena calidad donde predomina la
glutamina, un aminoácido no esencial que mejora
el sistema inmune, carbohidratos con sacarosa en los
que se incluye la fibra dietética. Contienen,
además, una pocas grasas de fácil digestión,
buenas vitaminas del grupo B y ácido fólico,
vitamina C, siempre cero colesterol, y minerales como
fósforo, potasio, zinc, cobre, magnesio y hierro.
Estudios científicos recientes indican que aportan
nutrientes inorgánicos que no existen en otros
alimentos, así como la capacidad antioxidante
de algunos de ellos.
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