Semana del 17 al 23 de abril de 2004
Espárragos
JESÚS LLONA LARRAURI
Los espárragos son un bocado realmente
light, muy pobres en grasa y ricos en fibra
y vitaminas, que están ahora en su mejor momento.
Apenas contienen catorce calorías por cada cien
gramos, lo que hace de ellos un alimento ideal para
aquéllos que realizan dietas de adelgazamiento.
También son ricos en potasio y ayudan a la eliminación
de líquidos, al tiempo que su alto contenido
en fibra contribuye al movimiento del intestino.
En cuanto a vitaminas, son ricos en las llamadas C y
A, además del complejo B, proporcionando finalmente
un microgramo de ácido fólico por cada
cien gramos. Los espárragos no convienen a las
personas que sufren niveles elevados de ácido
úrico (gota) o dolencias como reumatismos y cistitis
porque contienen una sustancia irritante llamada asparraguina.
El
color de los espárragos no depende de las variedades,
sino del método de cultivo. Pueden ser blancos
si crecen protegidos del sol. Adoptan una intensa tonalidad
verde cuando se cultivan en bancales a plena luz del
día y, en este caso, son ricos en clorofila y
vitamina A. Los hay morados en la zona alta del tallo,
y silvestres o trigueros, que son verdes, delagos y
se les conoce también como amargueros por su
sabor acre. Estos últimos crecen en el campo
y se recolectan a mano. Por lo tanto, no deben confundirse
con los verdes cultivados.
Por zonas, reciben mucha fama los espárragos
de Navarra y de Aranjuez, aunque en el mercado abundan
los originarios de Taiwan, China y el cono suramericano.
El diámetro determina su categoría, de
modo que los más gruesos son los más apreciados,
puesto que, a medida que el tallo es mas delgado y fino,
tienen más desperdicio. Antes de adquirirlos,
hay que observar que las puntas estén bien cerradas
y consistentes, y los tallos rectos.
Los espárragos se consumen frescos o en conserva.
Los primeros deben limpiarse para eliminar las partes
leñosas y duras. El método es sencillo,
aunque laborioso: hay que cortar la parte final del
tallo y pelar todo el cuerpo. Si se consumen cocidos,
es preciso atarlos en un manojo y cocinarlos en el agua
caliente con las puntas hacia arriba. En el caso de
los enlatados, una recomendación básica
es comprobar la fecha de caducidad y que el número
de frutos se corresponda con las unidades indicadas
en el envase. Nunca deben tomarse espárragos
preparados en conservas caseras o industriales sin etiqueta
de origen.
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