Semana del 11 al 17 de marzo de 2006
Naranjas en invierno
JESÚS LLONA LARRAURI
Frutos
dorados del jardín de las Hespérides de
la mitología griega, son originarias de Ásia
y se cultivan en climas dulces como los del Mediterráneo
a donde las trajeron los árabes en el siglo X,
Florida, California, Argentina y Brasil. Sus mejores
cualidades nutricionales son: la vitamina C, de la que
una naranja de tamaño medio de 150 gs. contiene
unos 80 mgs. (el 125% de las necesidades de un adulto),
estimula las reacciones de defensa del organismo activando
la formación de anticuerpos y la fuerza fagocitaria
de los glóbulos blancos.
Esta fruta interviene además en la biosíntesis
de la adrenalina y de los corticoides, las hormonas
del estrés; juega un importante papel en la síntesis
celular, particularmente de tejidos conjuntivos, huesos
y cartílagos; mejora la absorción del
hierro por lo que es aconsejable integrar la naranja
o su zumo con los alimentos de origen animal o vegetal
que lo contienen (berberechos, morcilla, hígado,
cacao, pimentón rojo, canela).
Entre sus vitaminas destacan el betacaroteno o provitamina
A y las del grupo B sobre todo la B9 o ácido
fólico (una pieza cubre el 30% de las necesidades
diarias) y un poco de E. También contiene muchos
minerales como calcio, potasio, fósforo y hierro.
Por otra parte, la pectina de las naranjas, un tipo
de fibra alimentaria presente en la pulpa, ayuda a bajar
los niveles de colesterol en la sangre sobre todo el
LDL o mal colesterol. Esa misma sustancia contribuye
a la eliminación del ácido úrico
a través de la orina y son útiles para
las personas con problemas de artritis y gota.
Una virtud más: equilibra el organismo
de aquellas personas que consumen alimentos acidificantes
(carnes, pescados y mariscos, legumbre, tomate cocido),
porque tiene acción alcalinizante, liberando
compuestos básicos. La naranja es rica en azúcares
de absorción rápida pero la pueden tomar
los diabéticos por su bajo índice glucémico,
mientras que resulta excelente para los que realizan
actividades deportivas al aire libre.
Por todo ello, debería figurar en la dieta de
todos, al menos el zumo mañanero, y sobre todo
de niños y adolescentes en pleno crecimiento
por su aporte de vitaminas y minerales, mujeres gestantes,
personas mayores, y fumadores porque el tabaco destruye
la vitamina C.
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