Semana del 8 al 14 de abril de 2006
Gulas y surimi, proteínas
del mar
JESÚS LLONA LARRAURI
Desde
hace una docena de años se encuentran en el mercado
las gulas, un sucedáneo de las angulas que ha
tenido éxito entre los consumidores por su calidad,
sus cualidades nutritivas y su precio. Son otra cosa.
Se fabrican a partir de surimi, un nombre y técnica
japonesas, que es un picado de músculo de pescado
blanco, principalmente abadejo de Alaska, una especie
de la familia del bacalao que vive en el Pacífico
y otros de carne blanca como el bacalao y la merluza,
platija, caballa, a las que se añade fécula
de arroz, aceites vegetales, clara de huevo, proteína
de soja, aroma natural de anguila y tinta de sepia para
marcar el lomo.
Tienen una textura agradable y todos los beneficios
del pescado: un 10-12% de proteínas de muy buena
calidad de las llamadas miofibrilares de alto valor
nutritivo, por lo que desde este punto de vista pueden
ser buenos sustitutos del pescado, apenas grasas y colesterol,
puede que algún aceite vegetal, sacarosa y sorbitol,
y unas 160 calorías por 100g.
Desde el punto de vista nutricional, el surimi es muy
interesante cuando la sociedad de consumo demanda alimentos
ricos en proteínas, bajos en calorías
y grasas, buena digestibilidad, poco colesterol y sodio
y nada de grasas saturadas. Se preparan al ajillo, en
ensaladas o pastas hervidas, en revueltos, acompañando
a la merluza, y para muchos es una forma de acercarse
a las angulas con aceite de oliva, ajo y guindillas
preparadas en cazuela de barro. El origen del surimi
se remonta a Japón donde se comercializa hace
más de nueve siglos, cuando los pescadores nipones
desmenuzaban la carne de los pescados, su traducción
literal es 'músculo de pescado picado', para
darles salida en los mercados locales.
Actualmente el método industrial
se extiende a otros como los muslitos de mar y las lonchas,
que permiten llegar a una cocina sencilla, alegre y
a buen precio. Francia, a la cabeza, y España
son los principales consumidores europeos, en un mercado
que quiere nuevos formatos, sabores y usos culinarios
como surimi de salmón para untar o pata de cangrejo,
y sucedáneos de marisco, sales de surimi, bocadillos,
hamburguesas, croquetas, una forma de iniciar en el
pescado a los más pequeños de la casa,
y también para los mayores con problemas de masticación
y permite llevar adelante pesquerías sostenibles
y aprovechar especies pesqueras de escaso valor en el
mercado y alto valor alimenticio.
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