Los amigos del Tikal 1 demuestran su júbilo en creaciones como esta: un tomate relleno de sepia, atún o mayonesa (cada día alteran su interior), y con los alimentos dibujan una graciosa cara. Sus ojos son dos aceitunas negras y hasta tiene un puro (un palito de pan). Lo mejor es que, después de la sorpresa visual, llega la gustativa: el pintxo está de rechupete.
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