Abierto hace 35 años en Iturribide, la especialidad son los pintxos morunos. Se limpia el cordero de cualquier tipo de grasa y gordos, se trocea en dados y se macera en aceite, con especias y adobos. Esos dados se pinchan en una aguja y se ponen a la brasa con carbón vegetal. Cuando están hechos, se bañan con un chorrito de limón y más especias. Puede ser picante o no, al gusto del consumidor. |
Es el de toda la vida y uno de los reclamos de la mítica calle Laurel de Logroño. Son cuatro pedazos de carne macerados en especias y atravesados por un largo palillo de madera, que se cocinan a la plancha. La versión en bocadillo con su salsa se ha convertido en la estrella del local. Hay que probarlo para creerlo. |
Más que un pintxo es un plato combinado. Viene acompañado de patatas panadera fritas y una ensalada. Se quita la piel y la grasa a los muslos de pollo y se cortan en cuadrados, que se adoban con especias (comino, pimienta, tomillo, azafrán, curry, pimentón, ajo, cebolla, perejil y aceite). |
En este local de Barakaldo sólo elaboran pintxos morunos desde hace más de 30 años. Eso sí, son de cerdo. Limpian a conciencia la paletilla y la cortan en tacos pequeños que a continuación meten en un adobo que hacen en el propio local con ajo, perejil, aceite y pimentón rojo. Los tacos se pinchan en la clásica aguja y se asan con carbón de coco. |
Varios trozos de pierna de cordero adobados y ensartados con un palillo sirven de base a este pintxo, que va aderezado con cebolleta, perejil y pimiento. El bocado está regado con un puré de verduras y una fruta llamada frisalis lo corona. Usted lo pide y se lo fríen al momento. |
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