Este bocado, una ensalada ligera, es sencilla pero sabrosa. En un cuenco se pone una hoja de lechuga del país y una de endivia. Se le echan piñones previamente tostados en el horno, unas tiras de manzana golden maceradas en zumo de piña y jamón de pato. Se aliña con aceite de Navarra y vinagre de Módena. |
En este milhojas se intercala una teja de jamón ibérico crujiente, previamente cortado en lonchas y secado al horno, con calabacín rebozado y una rebanada de quesos de cabra y Philadelphia y un poco de miel. |
Este pintxo, que debe comerse caliente, con un toque de horno, está compuesto por unas habitas baby salteadas con jamón ibérico y pimientos de piquillo, queso fundido y reducción de Pedro Ximénez. Todo ello va dentro de un panecillo redondo de centeno, de sésamo, al que previamente se le ha quitado la miga. |
Una apuesta inspirada en la nueva cocina oriental, que se compone de cuatro elementos. Un rollito de primavera tradicional, relleno de verduras que se acompaña de una gamba torpedo empanada. Forma parte también de este delicioso bocado el bombón japonés, que se elabora con pescado y una pasta japonesa. Lo completa la gamba enrollada en hilo de patata. |
Uno de los muchos caprichos de este local, elaborado a base de verduras: tomate cherry, berenjena, pimiento y calabacín.Todas ellas, a excepción del tomate, se cortan en forma de palito, y se fríen en tempura. Se elabora con las diferentes piezas una brocheta y se coloca sobre una tosta de pan. El toque final lo aporta un alioli al cebollino. |
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