El pintxo es como una torre, pues cada elemento que lo compone va dispuesto en capas sucesivas. Sobre una galleta de hojaldre se pone una rodaja de foie, sobre ella manzana frita, cebolla pochada y más foie. Termina con mermelada de tomate y una reducción de vinagre. El contraste entre el dulzor del hojaldre y la mermelada contrasta con el foie y el vinagre. |
Hablamos de un bocado caliente, del tamaño de una viena. El pan se abre por un lateral y se hornea al momento, tras quitarle la miga. A continuación se rellena. La base fundamental es un revuelto de huevo y patata con diferentes elementos. En este caso, se combina con pollo, cebolla y pimiento verde. |
Sobre una tosta de pan se coloca una loncha de jamón ibérico; encima lleva un rollito de calabacín, previamente pasado por la sartén con harina y huevo, que está relleno de berenjena, calabacín, cebolla, pimiento rojo y verde. |
En este bocado, el paté se hace con pulpo, crema de queso, aceite de oliva, pimentón y sal. Los cachelos se cortan en láminas y se cuecen con orégano, pimienta y laurel. Sobre una rodaja de pan se pone una lámina de patata, paté de pulpo, más patata, pimentón y aceite. En medio lleva cebollino. |
En la nutrida barra de este local, el tomate y la berenjena rebozados destacan como favoritos del público. Para elaborar el pintxo de tomate rebozado que ilustra estas líneas, se parte de una tosta de pan, sobre la que se coloca una base de jamón ibérico. Luego, se añade una rodaja de tomate, queso emmental, más tomate -todo ello rebozado- y un toque final de vinagreta. |
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