![]() |
Otra creación de David M. Asteinza. Sobre una mayonesa de remolacha se pone karambola –fruta sudamericana– y foie a la plancha, adornados con flores capuchinas comestibles. Se ahuma una copa de balón con humo de roble y se cubre el bocado. Al destaparlo, el olor trae el recuerdos a árboles, a pueblo. |
![]() |
Este pintxo es una versión en miniatura de los huevos rotos de Lucio. Sobre una cucharilla se pone un huevo de codorniz frito con su puntilla, pimentón y aceite. Encima se ponen unas patatas fritas y una crema de patata ratte (tubérculo francés de más textura que los empleados por aquí, ideal para purés). A un lado se coloca una lasca de buen jamón y una tosta de pan. |
![]() |
La gamba, abierta por la mitad, se escabecha en vinagre y aceite antes de ser empanada. Luego se pasan por la freidora, ya que el aceite coge en este utensilio más temperatura, para que queden turrantes. Se sirven, en un palillo, de dos en dos. |
![]() |
El boca a boca ha determinado que la tortilla de patata de este local es la mejor de la ciudad. Su secreto reside en la patata frita, tostadita, como relleno de una jugosa tortilla. Este emblemático establecimiento, que en febrero cumplirá 30 años, las hace también por encargo. |
![]() |
Este pintxo, que es como un milhojas, va relleno de morcilla y unos dados de piña previamente salteados. Abajo se pone una capa fina de pan bimbo, sobre él, la morcilla, y así hasta la última capa, que se unta de huevo y almendra picada. Se mete al horno unos segundos y se adorna con coco rallado. Es un pintxo dulce y salado a un tiempo. |
© DIARIO EL CORREO, S.A.U.