En el Bibi puedes tomarte, cualquier día de la semana, unas
suculentas rabas, unos sabrosos calamares y unos crujientes chopitos.
Primero se limpia el calamar, se le quitan las aletas y se trocea
de forma alargada. Se echa la sal y se reboza en harina -el secreto
mejor guardado por la cocinera-. Cada raba se mete en la freidora
con mucho aceite y a fuego muy vivo. Por fuera son crujientes y
doradas, y blandas por dentro. Muchos clientes toman los calamares
con ali-oli y a las rabas le echan unas gotas de limón. |
En este local los pintxos y canapés son excelentes. El personal,
fundamentalmente durante el fin de semana, consume sin parar sus
estupendas rabas; eso sí, acompañadas por un vermú
rojo preparado. El secreto de las rabas está en la masa,
huevos, sal, gaseosa, harina y levadura.
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En este restaurante, situado frente a la playa de Brazomar, las
rabas son excelentes. Alberto García, jefe de cocina del
restaurante, tiene sus secretos... Se trocea la jibia, a lo ancho,
en tiritas. Se elabora la gabardina con agua con gas, sal, levadura
en polvo y harina. La masa debe cubrir totalmente el calamar. Se
sacan las rabas de dos en dos y se meten en la freidora a 200 grados. |
El secreto de las rabas del Círculo Vitoriano está
en que, antes de cocinarlas, las trocean y las meten en leche para
ablandarlas. Es una ración bastante abundante y se sirven
empanadas. Hay clientes que acuden a diario a la cafetería
para degustarlas, casi se han convertido en una tradición. |
En la parte de la Vinoteca de este establecimiento, donde se
hacen catas y se sirven aperitivos, sus rabas son muy apreciadas.
Rebozadas con pan rallado y fritas primero en aceite templado
y luego muy caliente, para que se hagan de dentro hacia fuera
y sin nada de grasa. |
© DIARIO EL CORREO, S.A.U.