Lo más importante para hacer este pintxo es tener un bacalao de calidad y desalarlo bien. El secreto es darle la textura adecuada a la salsa para que no esté ni muy espesa ni muy líquida al montar el bocado. Juan Sáinz utiliza el método tradicional para ligarla: moviendo el bacalao en la cazuela poco a poco, en círculos, sin brusquedades.Tiene el sabor de los de siempre. |
Lo más importante de este bocado, montado sobre pan tostado y con una rodaja de huevo, es el contraste que se produce en el paladar entre la suavidad de la crema de roquefort y el fuerte sabor del pimiento del piquillo y el bacalao ahumado. Lo ideal es acompañar el pintxo con el vermú preparado de la casa, que les sale bordado. |
Este es el pintxo por excelencia de este local. La familia Sopeña lo lleva poniendo desde hace decenas de años. Tiene su trabajo. Lo primero que hay que hacer es desmigar el bacalao, desalarlo y limpiarlo de espinas. A continuación se pone en una bandeja con ajo picado y aceite -imprescindible que sea extra de un grado- y especial para bacalao. El perejil da color. |
Sobre una rodaja de pan y una base de patata panadera, unas láminas de bacalao aderezadas con una gotita de tomate y perejil. Muy sabroso. |
Una base de pimientos rojos asados al horno acoge una deliciosa brandada de bacalao. Para chuparse los dedos, literalmente. En el mismo asador encontramos otro pintxo del mismo pescado, el taco de bacalao al pil-pil. |
Un jugoso taco de bacalao a 45 grados con su vizcaína servido en cazuelita. Original y exquisito al mismo tiempo. |
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