Es un pintxo caliente, elaborado al momento. Se hace un cucurucho con pasta break, dentro se mete el clásico pisto a la bilbaína, al que se le añaden mollejitas de pato. Se corona con una loncha de jamón de pato, que cae por las laderas de cucurucho y se remata con aceite de miel y sésamo. Para que no se caiga en la barra, se presenta introducido en el asa de una taza de café. |
Cualquier día de la semana es bueno para comer una hermosa ración de chopitos en este local. Las puntillas de calamar, que antes de pasarlas por la freidora deben ser enharinadas, sólo tienen un secreto para que salgan tan ricas: el aceite de oliva que Conchi usa para freírlas. |
Exótico y muy solicitado. En Garbola se caracterizan por aportar a sus pintxos un toque original. Son muchos los fieles que acuden casi a diario al bar para degustar esta creación con carne de canguro de Australia.
Se hace en el momento. |
Sobre un pan tostado se coloca, cubriéndolo entero, una lámina de pimiento de piquillo. Encima, otra de bacalao previamente confitada, y una capa de piperrada, bien picada. Se termina con una nueva lámina de bacalao aderezada con un pil-pil de hongos. El bocado, como adorno, lleva además un hongo a la plancha. |
Un bocado muy tentador. El espárrago triguero de toda la vida acompañado por unas rodajas de tomate a la plancha, una loncha de jamón, champiñón a la plancha y todo aliñado con salsa ali-oli. Una mezcla sabrosa y original. |
© DIARIO EL CORREO, S.A.U.