Simple, pero muy eficaz. Una rodaja de pan caliente sobre la que reposa un filetito de solomillo, adornado con un poco de foie. El resultado es un bocado impactante. |
Sobre una rebanada de pan tostado se pone pimiento rojo, carpaccio de pulpo cortado en láminas, unas virutas de lomos de bacalao cocido, una gamba de Huelva entera, sal maldón y un chorrito de aceite de perejil que elabora el propio Carlos Sánchez, cocinero del local. |
Ligamos una bechamel de pato desmigado y hongos boletus. La mezcla se mete en un rulo o canelón de jamón. Y todo ello se introduce al horno, donde se gratina con la crema de Idiazabal. Se sirve en una cazuela pequeña. |
Aires andaluces recorren este céntrico bar logroñés, donde podemos disfrutar de un típico manjar del sur. Unas colosales raciones que saben a gloria y recuerdan las expediciones a Andalucía por su calidad y sabor. |
Sobre un triángulo de pan de molde tostado se pone, en un primer piso, una loncha de jamón y otra de queso, que se va fundiendo poco a poco con el calor de la cocina. En el segundo piso se coloca un huevo frito. Se sirve templado. |
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