Lo crearon para competir en un concurso de pintxos y se ha quedado en la barra del Pola. Es una especie de lasaña con varias capas de calabacín rebozado entre las que encontramos jamón, una seta a la plancha y un espárrago triguero. Tiene tanto éxito que el bar cuenta con otro canapé parecido en el que entre el calabacín hay gulas. Lo sirven los fines de semana y festivos |
El fundamento de este pintxo es una base de verduras con txangurro desmigado, que se liga con una bechamel. La masa se pone sobre una tostada y se gratina al horno con una mayonesa muy suave. Por encima se espolvorea pimentón. El sabor del bocado es realmente delicado. |
Sencillo, pero muy eficaz y extremadamente sabroso. Se trata de una tapa con jamón ibérico cubierto por medio pimiento verde y una tira de pimiento rojo. Una combinación acertada que ha propiciado ya varios premios al bar amurriotarra. |
Se están convirtiendo en un clásico sin serlo. El Roto es un panecillo redondo y blando, relleno con huevo y patatas fritas, y aderezado luego al gusto: con gulas, chistorra, bacalao o setas. No se come de un bocado, sino de varios, pero está exquisito. Y cada semana hay un ‘roto’ especial. Destaca el de hígado de ternera. |
Un pan de molde, muy fino se corta de manera longitudinal, como si fuera una trainera, y se fríe. Sobre él se ponen dos rodajas de huevo cocido, una mayonesa muy ligera para que el bocado no resulte empalagoso, langostinos y por encima un toque de huevo rallado para que el bocado tenga color. |
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