La oreja, en dos hermosos trozos, se cuece con puerro, zanahoria y ajo. A continuación se escurre, se corta, se albarda con harina y huevo y se pasa por la sartén. Queda tierna, jugosa y gelatinosa. Se acompaña con pimientos rojos, también pasados por la sartén, ajitos fileteados y alegría riojana.
|
© DIARIO EL CORREO, S.A.U.