En este original pintxo que recrea el nuevo San Mamés, el campo es un milhojas de calabacín elaborado con una rodaja de la hortaliza rellena de queso de rulo de cabra. El conjunto se reboza en huevo y harina antes de pasarlo por la sartén. El estadio se sostiene sobre una rebanada de pan y el césped es perejil espolvoreado. En un extremo se colocan dos palillos a modo de portería. El balón rojiblanco es un tomate cherry y melón y el jugador, un mejillón francés al vapor con vino blanco, la especialidad de la casa. |
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