La ración de mejillones se elabora siguiendo una vieja receta familiar de uno de los socios. Se pasan por la sartén, con aceite de oliva muy caliente, para que se abran. Se les echa sal, pimienta y un tercer ingrediente, secreto de la casa, que es lo que hace que tengan un sabor muy especial, y se flambean. La ración de moluscos, recogidos en el litoral vascofrancés, es de 300 gramos.
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