Este local, que no puede faltar en tu ruta de pintxos, propone el huevo cocinado a baja temperatura durante poco más de media hora, que luego se casca sobre un plato elegido para la ocasión. Además, se acompaña de láminas de trufa en su propio aceite y se disfruta con pan, untándolo a la vieja usanza. |
© DIARIO EL CORREO, S.A.U.