Quizá lo más llamativo de esta delicia en miniatura es su contraste de sabores, que explota en la boca maravillando al comensal. Se trata de un crujiente de gambón acompañado de pimientos, panceta ibérica y crema de marisco. Además de las texturas, la mezcla cremosa del marisco con el salado del ibérico, y su combinación entre lo crujiente y su sabrosa envolura hacen de este bocado todo un must.
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