Se hace a la plancha y se coloca sobre una pizarra acompañado de un batido de castañas a la vainilla servido en un vaso de chupito. Para elaborarlo, trituran unas castañas asadas aromatizadas con leche. El bocado se decora con un arbolito de Navidad verde, que no es otra cosa que algodón de azúcar dulce de txakoli y tomillo. Por encima se espolvorea, como si fuera nieve, con piñones tostados y triturados.
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