Sobre un pan se monta el relleno del pintxo, un picadillo hecho con embutido ahumado, que se corta muy menudo: lacón, jamón braseado, salchichas de Frankfurt bien ahumadas. Se le añade una emulsión de mostaza, que se deja asentar un tiempo para que de esta manera el conjunto coja cuerpo. Todo ello se napa con un alioli preparado con ajo, aceite y claras de huevo, y se cubre con el clásico chucrut alemán. Es imprescindible gratinarlo en la salamandra. Se decora con pimentón y aceite de perejil. |
© DIARIO EL CORREO, S.A.U.