Desde hace ocho años, las pastelerías Bizkarra trabajan el turrón de una forma muy tradicional. El Intsaursaltsa es un postre «típico de Euskadi que ya hacían nuestras amamas», recuerda Eduardo. Lo único que hicieron fue cambiar la leche por chocolate, transformando el postre en sólido. El experimento tuvo tanto éxito, que sus clientes lo reclamaban fuera de la época navideña. Y como los expertos saben que «todo tiene su tiempo de vida», nacieron las trufas Intxaursaltsa, que suplen al dulce cuando no es temporada. |
Historia, tradición y sabor se dan la mano en este pastel de patata, mantequilla, huevos, almendra, manzana verde y harina. Es un postre elaborado por el gremio de confiteros y pasteleros vitorianos en honor a los alaveses y a sus agricultores. |
Caracas sabe a chocolate. O así nos lo hacen disfrutar en Zurikaldai. Y es que bajo el nombre de la capital venezolana se esconde un postre muy reconocido de esta pastelería. Un turrón a base de cacao que no pasa por alto los frutos secos. Cuenta con dos orificios, «como si fueran ojos», bromea Maribel, donde descansan un par de castañas que aportan un sabor diferente. |
Los de Dantzari llevan toda la vida elaborando turrones artesanales y, para que la gente pueda probar sus diferentes variedades, han decidido distribuirlos en pequeñas dosis. Turroncitos de quince sabores (yema y menta tostadas, almendra, nata y nuez…) dispuestos a seducir paladares navideños. Por cierto, no dejen de probar el Cádiz, con siete sabores en uno. |
Alberto Penas regenta este establecimiento que, aunque sólo lleva trece años endulzando los paladares de los santurtizarras, rezuma tradición y modernidad a través de sus escaparates. Para estas navidades, destacan sus trufas, elaboradas con chocolate y crema condensada. Un verdadero placer para los sentidos más golosos. |
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