Este aperitivo se presenta sobre un pan tostado, bañado en una salsa de nécoras, que dota al pintxo de un cierto sabor a mar. Encima, se coloca la croqueta, cuya masa fina está elaborada con chipirón triturado. Así, el interior queda cremoso y el exterior crujiente. Finalmente, el bocado se corona con un calamar, pasado por la freidora. |
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