El bocado tiene la forma de un puro apoyado en un cenicero. El puro, pasta brick con forma de canutillo, se rellena con kokotxas de bacalao al pilpil y se fríe hasta que quede dorado. Se decora su punta mojándola en almíbar y untándola en semillas de amapola y polvo de malto mezclado con aceite. La base del cenicero se rellena con pilpil y se ponen, a modo de ceniza, tres picatostes fritos y rebozados en semillas de amapola.
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