Es uno de los aperitivos vascos más famosos y su posible origen data del siglo XVI, cuando en el País Vasco y Pirineos se añadía bacalao seco a una típica salsa alioli.
Sirven la brandada (una deliciosa crema de bacalao desmigado mezclado con aceite y otros elementos) sobre una tosta de pan y aliñada con espuma de pilpil, que aporta un sabor especial al pintxo.
El bocado se corona con un par de pimientos.