El diseño que cocina
Las tecnologías que
han seducido el paladar de los grandes amestros del
fogón llegan a hora al ámbito doméstico
ITSASO ÁLVAREZ
La curiosidad innata de Leonardo da Vinci
ya le acercó a la cocina, para la que llegó
a idear varios utensilios de uso doméstico en
los fogones. De su ingenio nacieron ideas tan brillantes
como los asadores automáticos, máquinas
de lavar, cascanueces mecánicos, picadoras de
carne, cortadoras de vegetales, de espaguetis, y otros
artefactos, como los extractores de humos y los extintores
de incendios, que no siempre fueron aceptados por sus
criados.
Amante del arte culinario, también fue gastrónomo.
De hecho, cató el oficio como jefe de cocina
de una taberna florentina, Los Tres Caracoles, y después
se asoció con el también pintor Sandro
Boticelli, en una nueva cantina. El genio postulaba
una dieta sana evitando excesos. «Si habéis
de conservar la salud no debéis comer, a menos
que así os apetezca. Y siempre cenaréis
con parquedad; masticad bien y que todo lo que comáis
sea sencillo y esté bien cocinado», dejó
escrito.
Del vino, decía: «Sed moderados, tomadlo
en pequeñas cantidades, con frecuencia, pero
no a otras horas que no sean las prescritas para las
comidas, ni con el estómago vacío».
Entre las originales recetas que inventó, se
cuentan la 'anchoa enrollada descansando sobre una rebanada
de nabo tallada a semejanza de una rana' y los 'testículos
de un cordero con crema'. Demasiado refinado resultaba
para la época. Por entonces se estilaban más
los banquetes con enormes bandejas de huesos de vaca
y otras carnes rojas.
Feliz hubiera sido hoy Da Vinci de ver que la thermomix
o el sifón con el que se hacen las espumas se
están convirtiendo en instrumentos que muchos
aficionados dominan con soltura, lo mismo que el soplete
con el que se dora igual una crema catalana que un costillar
de lechal.
Las cocinas se llenan hoy de cacharros que ayudan a
controlar con precisión las cocciones al vacío
a baja temperatura; de gelificantes, texturizantes y
vaporizadores capaces de convertir en una nube ligera
cualquier tipo de líquido, por denso que sea;
de termómetros para tomar la temperatura de los
alimentos sin tocarlos; de cortadores de piña
que, al mismo tiempo, hacen rodajas; gafas que ayudan
a no llorar cuando se pica cebolla... Enumera un portavoz
del departamento de marketing de la empresa ICC (International
Cooking Concepts), que consiguió internacionalizar
los sifones utilizados por Ferran Adrià para
sus famosas espumas.
Los cinco mejores
Prácticamente existe un cacharro gastronómico
para preparar cada tipo de comida. «Y pueden convertirse
en el regalo perfecto para aquellos que sienten el gusanillo
de la cocina y desean de una vez por todas poner a prueba
sus habilidades con recetas atrevidas y originales»,
propone Reyes Jiménez, gerente de Club Cocina,
un establecimiento especializado en la venta de este
tipo de útiles. Jiménez lanza una propuesta
muy navideña: «¿Por qué no
hacer espuma del turrón de Xixona?»
Al tanto de esta moda, la revista Time se ha apresurado
a cerrar el año elaborando una lista con los
cinco mejores inventos para la cocina de 2006. Cita
en primer lugar una máquina que mata langostas
en cinco segundos con electricidad; sigue con un fabricador
de helados que permite escoger el sabor en el momento;
un café expreso que se come con cuchara (inventado
por Ferran Adrià); una máquina que limpia
verduras y frutas para eliminar bacterias y microbios;
y un robot sommelier.
Sergio Torres, uno de los 'cocineros-pensadores' que
ha contribuido a la renovación en la restauración
y en que ésta aterrice en las cocinas caseras,
guisa en Xàbia. En su local, El Rodat, guarda
la 'Gastrovac', un artilugio desarrollado en colaboración
con Javier Andrés (La Sucursal, Valencia) y el
equipo de tecnología de los alimentos de la Universidad
Politécnica de Valencia.
«La cacerola permite freír o cocer a bajas
temperaturas, lo que garantiza el mantenimiento del
color, la textura y las vitaminas de los alimentos»,
explica Torres. De la 'Gastrovac' han salido caquis
sabor a horchata, frutas con regusto a licor y setas
que engañan al paladar con mordiscos de carne.
«La cocina es mi forma de expresar emociones,
vivencias y recuerdos de la infancia», sostiene
el chef.
Entre tubos de ensayo, mangueritas de silicona y asépticos
aunque sofisticados aparatos de ciencia ficción,
la olla, que está valorada en 2.900 euros, se
ha patentado en 160 países y ya se encuentra
en las cocinas de los más prestigiosos cocineros
del mundo, como Ferran Adrià, Joan Roca y Wylie
Dufresne (Nueva York).
Múltiples usos del soplete
Pero los inventos deberían ser cosas que sirvan
a toda la humanidad y que permitan simplificar ciertas
tareas de la vida diaria. Y aunque la 'Gastrovac' no
ha traspasado aún los círculos profesionales,
sí lo ha hecho el soplete, uno de los aparatitos
más popularizados. Jordi Herrera, en su restaurante
de Barcelona, se vale del mismo para preparar pescados
al instante: «Lomos de sardinas a la brasa (falsa)
con patatas confitadas, y muy fina la ensalada de bonito
ahumado, braseado con ajo y hierbas aromáticas»,
reza la carta.
Pero no son pocos los usos que se le pueden dar en casa:
ayuda a encender las cocinas de gas, gratinar, emparejar
el color de las carnes y pollos horneados, oscurecer
merengues, calentar moldes para desmoldar en vez de
usar agua caliente, templar cuchillos para cortar tortas
y 'brownies', eliminar la piel de los pimientos, deshelar,
hacer pequeñas cantidades de carbón, dorar
torrijas... Un portento.
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Gastrovac
Cocinar al vacío.
Desarrollado por la Universidad Politécnica
de Valencia y los cocineros Javier Andrés
(La Sucursal, Valencia) y Sergio Torres (El Rodat,
Jávea). Crea una atmósfera artificial
de baja presión y ausencia de oxígeno
y reduce las temperaturas de cocción y
fritura, manteniendo así la textura, el
color y los nutrientes de los alimentos. Precio:
2.900 euros.
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Parrilla Fakircook
Carnes y pescados que se clavan. Del chef Jordi
Herrera (Manairó, Barcelona). Se calientan
las puntas de la parrilla directamente sobre el
fuego de gas, con la parrilla invertida. Luego
se insertan en los clavos los alimentos. Precio:
254 euros.
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Sifón ThermoWhip
Calor y frío calculados. Se acabó
la dependencia del frigorífico o del baño
maría. Este es el primer montador de espumas
que tiene propiedades térmicas. Conserva
la temperatura de los preparados que contiene.
Las salsas, las sopas y las espumas calientes
o tibias se mantienen en su interior a la temperatura
idónea durante tres horas. Y las preparaciones
que deban servirse frías se conservan a
la temperatura deseada durante ocho horas. Precio:
99 euros.
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Cuchara con pinza
Estimular el olfato y el gusto: Del laboratorio
de El Bulli, de Ferran Adrià, en colaboración
con la firma de diseño Luki Huber. Cuchara
pensada para oler el alimento antes de ingerirlo.
O bien para comer un alimento y oler otro distinto,
pero acompasado. Es decir, para aspirar el aroma
que contiene antes de degustarlo. Pertenece a
la colección de utensilios bautizada como
'Faces Ferran Adrià'. Precio estuche de
dos unidades: 49 euros.
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Soplete Hotery ICC
Dibujar con fuego. Se basa en la tecnología
cotidiana de los sopletes de soldador. Gracias
a las diferentes intensidades de su llama regulable,
es útil para quemar la nata
montada y los suflés con una fina capa
dorada hasta tostar. Tiene una autonomía
de carga de dos horas y un depósito recargable
para gas azul universal. Precio: 37,12 euros.
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Balanza Tanita Pro
Peso ligero. No más de 120 gramos de capacidad,
pero es mucho más precisa que una balanza
normal. Ideal para pesar ingredientes de los que
se requiere muy poca cantidad, cuando el éxito
de una receta radica en una diferencia de apenas
miligramos: azúcares, trufa, especias...
Precio: 147,90 euros.
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Papel cocción Fata
Contenedor transparente. Diseñado por
Fabio Tacchella. Para hacer bolsitas con productos
que pueden ser sometidas a temperaturas de hasta
230° C, siempre y cuando no sea en contacto
directo con el fuego. Los aromas quedan en la
bolsa. Precio: 83,56 euros.
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Termómetro Food Pro
Plus
Calor exacto. Para tomar la temperatura de los
alimentos sin tocarlos, tanto en la olla como
en la sartén. La pantalla LCD muestra la
temperatura que detecta el sensor láser.
Precio: 180 euros.
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Cuchara coladora
Para saborear aparte los tropezones de una sopa.
Es decir, para comer el cuerpo de una sopa antes
que el líquido. Facilita la degustación
de la pasta sin la salsa, de los cereales sin
la leche, de los picatostes de una crema... Es
una a cuchara al uso, en acero inoxidable, y agujereada.
De Ferran Adrià (El Bulli) y Luki Huber.
Precio del estuche de dos unidades: 39 euros.
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Germinador automático
Freshlife
La huerta en la mesa. Permite cultivar brotes
de muchas variedades de plantas
¡en
la misma cocina! Girasol, col china, alfalfa dorada...
Hay que llenarlo de agua, echarle las semillas
y enchufarlo. Su avanzado sistema de riego detecta
las condiciones ambientales y se riega los brotes
de modo automático. No necesita tierra
ni iluminación especial. Precio: 115 euros.
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Sorbetera Pacojet
Helados y sorbetes dulces y salados. Emulsiona
los alimentos, es decir, convierte en puré
o crema alimentos congelados sin la necesidad
de descongelarlos. Sus resultados son asombrosos:
en pocos segundos obtiene una crema para untar,
un relleno, un concentrado de sopas o verduras,
un helado o un sorbete de frutas que conserva
su aroma natural. Puede procesar alimentos en
cantidades de hasta diez porciones, y sus contenedores
son idóneos para guardar las cremas resultantes
en el congelador.
Precio: 2.300 euros.
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Sprays ICC Inox y Translúcido
Aceite y vinagre en spray: Pequeño vaporizador
capaz de convertir en una nube ligera cualquier
tipo de líquido, por denso que sea. Para
vaporizar el vinagre y el aceite de oliva y aliñar
ensaladas de forma económica. Se acciona
mediante un émbolo y se lava con agua y
jabón. Precio: 20,70 euros
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Food Loop
Cordones de silicona de color rosa chicle. Ya
puede olvidarse de los típicos palillos
o de las cuerdas para atar carnes y pescados rellenos.
Se ajustan a todo tipo de superficies y tamaños
y, además, se pueden lavar y, por tanto,
reutilizar. Resisten bien altas temperaturas (hasta
357ºC), lo que los convierte en una herramienta
especialmente cómoda en el horno y el microondas.
Enrolle carnes, sujete pescados, apriete pastas...
Se venden en lotes de seis. Precio: 9,25 euros
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