La farmacia del aceite
El consumo continuado del
zumo de la aceituna es, según científicos
de todo el mundo, un freno a las principales enfermedades
que afectan a Occidente
JESÚS LLONA LARRAURI
La
sociedad occidental consume fármacos y se automedica
hasta extremos alarmantes, prescindiendo de las viejas
buenas cosas que hicieron que nuestros antepasados vivieran
en mejores condiciones. El aceite es posiblemente, el
'producto milagro' de nuestra alimentación
por sus indudables valores para la salud, y científicos
de todo el planeta han destacado sus virtudes, que combaten
una amplia gama de enfermedades. El cáncer y
los males cardiovasculares, las principales causas de
muerte en los países avanzados, tienen en el
zumo de la aceituna una de sus mejores armas preventivas.
Sin tratamiento
Zumo natural
El aceite de oliva virgen no sufre ningún
tratamiento térmico o químico, sino que
es el zumo natural de una fruta madura de gran valor
nutricional y gastronómico. Contiene un conjunto
de componentes fundamentalmente de carácter antioxidante
con un importante contenido de ácido monoinsaturado
oleíco, y un residuo insaponificable a base de
carotenos antioxidantes capaces de convertirse en vitamina
A. Reúne además clorofilas de color verde-amarillento;
tocoferoles destacando el alfa-tocoferol con gran actividad
de vitamina E; y esteroles, entre los que cabe mencionar
el betasitosterol, que interfiere la absorción
intestinal del colesterol.
No todo el aceite que se produce se puede
consumir directamente y muchos vírgenes se han
de someter a refinación porque presentan una
elevada ácidez o presentar sabores desagradables
para el consumidor. El aceite de oliva, la mezcla obtenida
de virgen y refinado, conserva el ácido oleico
monoinsaturado, pero pierde gran parte de los componentes
antioxidantes durante el refinado, y por ello es un
alimento parcialmente deteriorado.
Acidez y calidad Según
el tratamiento
Otra cuestión importante es la
ácidez, que a nivel popular se piensa que está
relacionada con la calidad y no es así. Cada
persona, según sus gustos o el plato a elaborar,
quiere un aceite con más o menos ácidez,
y a la hora de la verdad, esta característica
es un parámetro físico-químico
de laboratorio que da idea del trato que han recibido
las aceitunas: a más ácidez peor trato.
En el mercado existen aceites vírgenes de ácidez
muy baja, 0,2 ó 0,3, con gran paladar. Actualmente
en las etiquetas de las botellas figura solamente la
expresión aceite virgen extra, aceite virgen,
y virgen corriente (menos de 0,8 grados, de 2 grados
y 3,3 grados de acidez).
Cuando tiene más de 3,3 grados
se llama lampante, y no es apto para el consumo, y queda
un aceite con muy poca ácidez (entre 0 y 0,5
grados), con poco olor y sabor, que mezclado con una
pequeña parte de aceite virgen hace el llamado
aceite de oliva muy del gusto de los consumidores urbanos,
con 0,4-0,6 grados de acidez. En las zonas productoras
prefieren el virgen, aunque tenga acidez elevada, porque
lo encuentran con más sabor, más natural.
Freno a la
oxidación Causa de enfermedades
El oxigeno contenido en el aire produce
radicales libres de gran capacidad oxidativa, capaces
de atacar las células y producir o ser corresponsables
de gran número de enfermedades como diabetes,
aterosclerosis, cataratas, Alzeheimer, etc. e incluso
el propio proceso de envejecimiento. El consumo de aceite
de oliva virgen determina unas membranas celulares poco
insaturadas y menos atacables oxidativamente, que cuando
se utilizan otros aceites como el de girasol o soja,
más insaturados y por ello, más vulnerables
a la oxidación.
Acción
contra la diabetes Absorción de la
glucosa
Una dieta rica en ácido oleíco
ejerce efectos beneficiosos sobre el metabolismo de
la glucosa y de las grasas en pacientes afectados de
diabetes tipo II, según un estudio de la Universidad
de Dublín. Los científicos observaron
que los niveles de glucosa y de insulina (la hormona
que la metaboliza) en sangre era significativamente
más elevada en quienes tomaban aceites de semillas
ricos en ácido linoleíco, y más
bajos en los que tomaban oliva.
Frente al cáncer Bloqueo del oncogen
El ácido oleico, principal componente
del aceite de oliva, no solo bloquea la acción
del oncogen (gen causante del cáncer de mama
en el 30% de los pacientes) llamado HER-2/neu, muy agresivo,
sino que mejora la eficacia del fármaco Herceptin,
que actúa precisamente frente al HER-2/neu. Las
investigaciones confirman que una acción dietética
basada en niveles altos de ácido oleico podría
ser alternativa interesante al tratamiento de este tumor
con pronóstico difícil.
Otro aspecto a considerar, publicado
en 'The Journal of Epidemiology and Community Health',
es que el consumo de aceite de oliva protege frente
al cáncer colorrectal, uno de los más
frecuentes, ya que afecta a los patrones de ácidos
biliares secundarios en el colón, con los que
a su vez, reduce la progresión del adenoma y
carcinoma en la mucosa normal.
Alto
a las inflamaciones Gracias a las enzimas
Un estudio de la Universidad de Filadelfia
cita que el aceite de oliva virgen extra contiene oleocanthal,
responsable del regusto amargo que deja en la garganta,
y parece inhibir la ciclooxigenasa de tipos 1 y 2, unos
enzimas esenciales para explicar los procesos inflamatorios
y dolorosos. De hecho, el mecanismo de acción
de los antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno,
se basa precisamente en la inhibición de estos
dos compuestos.
Buena digestión
Menos riesgo de ataques ácidos
En el sistema digestivo produce un menor
reflujo del contenido gástrico desde el estómago
al esófago, a diferencia de otros aceites. Tampoco
deprime el tono del esfínter gastro-esofágico
y de esta manera se reduce el riesgo de ataque ácido
de la mucosa esofágica; reduce la acidez gástrica,
un factor de riesgo de las ulceras gástricas
y duodenal, lo que lleva a cabo a través de complejos
mecanismos hormonales; estimula la síntesis de
sales biliares (efecto colerético) y dado que
esto lo hace a partir de colesterol, el aceite de oliva
impide así en cierto grado un exceso corporal
del mismo. Además, provoca una poderosa contracción
de la vesícula biliar, suave y prolongada lo
que conduce a un vaciado completo de la misma; ingerido
de forma habitual disminuye la presencia de cálculos
biliares; en el intestino impide parcialmente la absorción
de colesterol por medio de su componente llamado sitosterol,
mejora la absorción de diversos nutrientes como
el calcio, hierro, magnesio, etc.
Buenos corazones Pruebas
científicas
Medio millar de médicos adscritos
a centros sanitarios de toda España, principalmente
hospitales, bajo la dirección de Ramón
Struch, participan en el plan Predomed (Prevención
de la Dieta Mediterránea) que controlará
a 12.000 voluntarios con el fin de averiguar sin como
apuntan los indicios, el consumo de aceite de oliva
reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, en
un proyecto muy ambicioso clínico nutricional
que durará cinco años.
Los hombres (de más de 55 años)
y mujeres implicados (de más de 60 años)
han sido elegidos por pertenecer a grupos de alto riesgo
vascular: diabéticos, fumadores, hipertensos,
obesos y personas con el colesterol alto, se han repartido
en tres bloques: el primero recibirá una dieta
establecida por el plan, el segundo un aporte extraordinario
de frutos secos (nueces, almendras, avellanas..), y
el tercero verá enriquecida su alimentación
con aceite de oliva .
Respaldo oficial Buena publicidad
La Agencia de Drogas y Alimentación,
entidad norteamericana encargada de autorizar y regular
los fármacos y los alimentos, decidió
que a partir de noviembre de 2004, las botellas de aceite
de oliva virgen y los productos que lo contengan, podrán
incluir una etiqueta alusiva a sus propiedades beneficiosas
para la salud cardiovascular. El ciudadano estadounidense
que en el futuro compre uno de esos alimentos se entera
de que ingerir 23 granos (dos cucharadas soperas) de
aceite de oliva al día le puede mantener alejado
de alguna enfermedad coronaria. Su inclusión
en la dieta no debe implicar un aumento del volumen
calórico diario, no hay que engordar, por lo
que hay que emplearlo con cierta moderación.
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