Somos gente de palabra, ya lo hemos dicho alguna vez. En nuestro prometido repaso de aceites campeones, volvemos a fijar la vista en Jaén, tierra olivarera por antonomasia. Y puestos a elegir, lo hacemos con ojo avizor: imaginen, deliciosa finca de regadío coronada por una casa familiar, que es en realidad un precioso castillo del siglo XVI, que da nombre a los productos que allí se manufacturan. Los de Castillo de Canena controlan todo el proceso: desde el cultivo hasta el momento que el oro líquido llega al punto de venta. Presentan una gama completa y bien cuidada, pero nos gustó a rabiar el Primer Día de cosecha Arbequina, un ramalazo de hierba recién cortada, fragante e insinuante. Tiene un toque de manzana verde, incluso de alcachofa y un ligero matiz picante. Prueben a usarlo en repostería, en la elaboración de bizcochos y cremas, sustituyendo la mantequilla.