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La piedra filosofal
Rafael García SantosSanta Paula es un restaurante de récord mundial. Situado en Málaga, es probable al menos, no conocemos un caso semejante que no exista otro establecimiento en España con una cocina de cierto nivel que consiga mil comensales diarios. Por sorprendente que parezca, el enorme comedor se llena un día sí y al otro también. Por lo tanto, Santa Paula es un lugar de mayorías, creado por el admirado Pepe Gómez, empresario diverso, trabajador incansable siempre está dirigiendo la sala y un verdadero lince para los negocios. En cuanto a su éxito, se fundamenta en varios motivos, pero de manera especial en que el restaurante dispensa productos aparentemente de minorías a precios más que razonables. La primera sorpresa se produce al comprobar el contraste entre el exterior del establecimiento, propio de un populoso barrio periférico de Málaga, y su interior, dividido en pequeñas salas donde rebosa el primoroso lujo provinciano, tan del gusto andaluz, ensamblado con una de las mejores bodegas de Andalucía. El menú perfecto Para comenzar, recomendamos encarecidamente el jamón Gran Reserva de Joselito. Luego, viene bien degustar los frescos mariscos de la casa, ya sean seleccionados por el propio comensal en los magníficos expositores, o por consejo del patrón a tenor del mercado (esta es una buena actitud): típicas conchas finas, excelentes ostras, suculentos búsanos, ricas coquinas, buenas almejas salteadas y de Carril, estupendas gambas blancas y placenteras cigalas, que además pueden combinarse en espléndidas parrilladas mixtas. Y a partir de entonces, dos opciones, a cual más suculentas. Una de ellas es la marina, con la fritura andaluza como segura propuesta, o rodaballo, rape, pez espada, lubina o salmonetes asados, siempre en un atinado punto de preparación. Y un segundo camino, rotundo, lo constituyen las viandas, que tienen aromas castellanos en el cochinillo y el lechazo, y vascos en el chuletón de vacuno mayor. En resumen, Santa Paula es un espectáculo increíble sustentado en un meritorio quehacer. Y tiene una fenomenal realización calidad-precio. |
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