Semana del 30 de diciembre de 2006 al
5 de enero de 2007
REAL BALNEARIO (SALINAS-CASTRILLÓN-ASTURIAS)
Materia y precisión
RAFAEL GARCÍA SANTOS
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información
Dirección: Juan Sitges, 3.
33.408 Salinas-Castrillón. (Asturias)
Teléfono: 985 518 613
E-mail: isaac@restaurantebalneario.com
Cierra: domingos noche y del 7/1 a 4/2
Precio: 60/110 euros.
Degustación: 50/60 euros.
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CALIFICACIÓN |
7,5 |
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Si esta casa siempre fue un palacio de
la suntuosidad marinera, con opulentos géneros,
sobresalientes en muchos casos, ahora se aprecia algo
verdaderamente importante: una superación en
las hechuras, que exalta la manjarosidad de los productos.
Y es que el joven Javier Loya ha reducido, por una parte,
los puntos de cocción y, por otra, está
terminando mejor las salsas dentro de la sencillez y
sobriedad que distingue a todos los complementos. Comenzó
nuestra última comilona, mejor festín,
con unas anchoas en salazón, extraordinarias,
en consonancia con la materia prima que trabajan.
En un santiamén apareció una centolla
de 2.300 gramos, recién hervida, tibia, espléndidamente
preparada en su caparazón, sin otro aderezo que
sus carnes limpias y su propio agua de mar; la sopa
hecha manjarosidad, la manjarosidad en la sopa. A continuación
uno de los timbres de gloria de la carta: el rulo de
chipirón grande a la plancha con salsa de pescados
y tinta de calamares, otro bocado majestuoso resuelto
con virtuosidad. Las sardinas ¡qué grasa!
engañadas a la plancha con costra de sal ¡qué
jugosidad! y un toque de parmesano y perejil son en
sí mismas las mejores que hayamos comido en nuestra
vida; o casi.
El bogavante, pieza voluminosa, carnes prietas y poco
hechas, exultante de fuerza, nada en una salsa de naranja
levemente aromatizada con azafrán. El rodaballo,
cuyo lomo en esta ocasión se extrajo de una pieza
de más de cinco kilos, sale en un certero punto
con el preciso realce de su jugo montado con aceite
de oliva. Y los callos volvieron a denotar limpieza,
frescor, suculencia... un creciente rigor en el trabajo.
Por lo demás, una marisquería de lujo,
la primera de Asturias, con los mayores tesoros del
Cantábrico: percebes, ostras, almejas, nécoras,
santiaguiños, quisquillas...
En consonancia, caviar fetén y jamón de
máxima categoría. Goza de gran predicamento
entre la parroquia local el montadito de setas, foie
gras y yema de huevo; gustosísimo con independencia
de valoraciones intelectuales. Y que no se nos olvide
el mero, otra pieza descomunal, que se plancha y hornea,
al que se acompaña con una tapenade y distintas
hortalizas.
El patriarca de la familia Loya, don Miguel, ejerce
de perfecto maestro de ceremonias. Su hijo, Isaac, le
secunda en la sala, dominando el tema de los vinos,
maravillosos a su vez. Y si el trato es señorial,
las vistas a la playa, paradisíacas. En fin,
la felicidad plena contemplando y saboreando el Cantábrico.
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