Semana del 27 de enero al 2 de febrero
de 2007
LA XICRA (GERONA)
Mito mediterráneo
RAFAEL GARCÍA SANTOS
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Más
información
Dirección: C/ Estret, 17.
17200 Palafrugell (Gerona)
Teléfono: 972 305 630.
E-mail:
Cierra: Martes noche y miércoles.
Vacaciones en noviembre
Precio: 60/80 euros.
Degustación: 42 euros.
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CALIFICACIÓN |
7 |
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Suenan las morosas habaneras, llegan
las barcas al Port Bo
La Xicra es una leyenda,
una ensoñación donde habitan pescadores
y canallas, donde se siente el espíritu de Pla
y donde se celebra un mar, el Mediterráneo, desde
el pasado y hacia el futuro. Un Mediterráneo
próximo, privado, el del Ampurdán de siempre
jamás. Y Pere Bahí, erudito de la cocina
local, pescador, cantante de habaneras, viajero incansable
es el punto geométrico central de una topografía
intemporal que sólo se detiene en el disfrute
cierto del presente.
Su cocina es tradicional, muy tradicional, cierto, un
sabroso diccionario de condumios más o menos
refinados que se ha abierto, en cocciones y facturas,
a los nuevos tiempos coquinarios. Pero, atención,
manteniendo siempre un monástico fervor al producto
y un inteligente cordón umbilical con los sabores
históricos.
El compromiso perfecto de la cocina ampurdanesa gourmand
adecuada a los tiempos. Viejas recetas sutilmente domesticadas.
Pero producto, manjares excelsos. Al punto que, en temporada,
sirve unos guisantes de su propio sembrado que hacen
enrojecer a los de Llavaneres. La cocina de Pere, manteniendo
la idiosincrasia comentada, ha ido aproximándose
a los paladares más sutiles. Con honrosas excepciones
como las monumentales y excesivas judías con
gambas de Palamós, que merecen peregrinación
por sí solas, a sabiendas de que recrean en la
carnaza y en la mezcolanza. Pero el restaurante, que
es un delicioso local embebido de art decó y
colección de arte lúbrico, ofrece mucho
más.
Son impactantes, por su naturalidad y liviandad, las
sardinas en escabeche de la casa O el riquísimo
empedrat con judías del ganxet en dos servicios.
Y, ya entrando en materia, hay que citar las apabullantes
esperdenyes con tomate y perejil (veterana receta de
bar de pueblo) o los potentes callos con chorizo, que
constituyen un paroxismo de intensidades.
Es entonces cuando entran especialidades sencillas y
míticas como los caracoles, cigalas, mejillones
y cangrejos, que es la máxima pureza de la diversidad.
O las albóndigas con langosta, de la costa, superior,
y pie de ternera, a la manera de Banyoles. El guinda
a este opulento banquete a la antigua debe ser con el
bizcocho caliente, una última muestra del talento
natural de Bahí.
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