Semana del 25 al 31 de agosto de 2007
CASA SOLLA (PONTEVEDRA)
Detalles y gusto
RAFAEL GARCÍA SANTOS
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Más
información
Dirección: Avenida Sineiro,
7. 36005 San Salvador de Poio (Pontevedra).
Teléfono: 986 872 884.
E-mail: .
Cierra: Domingos noche, lunes, jueves noche
y Navidades.
Precio: 50/80 euros.
Degustación: 45/70 euros.
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CALIFICACIÓN |
7,5 |
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Pepe Solla está en un momento
magnífico, que hace que su restaurante cuyo
espectacular cambio de rumbo de los últimos años
gobernó se afiance entre los más
recomendables del panorama gallego actual. Hay un buen
gusto que se pone de manifiesto en cada detalle de los
platos que llegan a la mesa, desde las propias presentaciones
hasta cada uno de los matices que componen la receta;
este heredero de una sólida tradición
culinaria familiar ha encontrado su propio camino y
circula por él con seguridad y desparpajo.
Hay que subrayar el magnífico uso que Pepe Solla
hace de productos hasta hace nada no demasiado considerados
por el público de restaurante. Es el caso de
los pescados azules de temporada, como la caballa o
el jurel; en ambos casos sirve sus lomos, sometidos
a un ligero escabeche, acompañados de una sorprendente
vinagreta de encurtidos que aporta un toque de acidez
perfecto para neutralizar las grasas de estos pescados.
Amante de experimentar las técnicas
más actuales, ha conseguido hacer un huevo
con pan y chorizo en el que la yema, único
elemento del huevo que aparece en el plato, llega en
un punto de cremosidad perfecto, envuelta en una especie
de rebozado de pan de maíz y dispuesta sobre
una cama de crema de patata ilustrada con picadillo
de chorizo. Los pescados tienen un muy buen tratamiento,
se trate del bacalao como en su versión
con tirabeques, de la merluza, el mero o el sanmartiño
(pez de san Pedro), normalmente en un punto que quizá
resulte algo corto para las costumbres del público
local, pero que se ajusta a la demanda actual.
Buen corte
Hay que llamar la atención sobre
el trabajo que hace Pepe Solla con cortes porcinos alejados
de lo convencional, especialmente en el caso de la cacheira
o cabeza del cerdo, pero también con sus costillas.
Suele acompañar estas suculencias con alguna
verdura del tiempo (berza o grelos) junto con cachelos,
conformando platos rotundos y gustosos en los que demuestra
cómo poner al día las recetas más
tradicionales.
Hay creatividad en los postres, bien
concebidos; la carta de vinos ha evolucionado para albergar
las etiquetas más buscadas entre las emergentes,
y en todo el restaurante se aprecia ese gusto por lo
bien hecho que, al fin y al cabo, es la clave del éxito
en toda actividad, y más en la culinaria..
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