Semana del 25 de febrero al 3 de marzo
de 2006
CASA FERMÍN (ASTURIAS)
Un clásico sólido
RAFAEL GARCÍA SANTOS
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Dirección:
San Francisco, 8. 33003 Oviedo (Asturias).
Teléfono:985216452.
Información:
Cierra: Domingos.
Precio: 60/90
euros.
Menú degustación:
40 euros.
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CALIFICACIÓN |
7 |
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Luis Alberto Martínez ha renunciado
a cambiar lo esencial y ratificado su filosofía
posibilista para dar un importante vuelco a la carta
en los últimos tiempos. Construcciones que testifican
mayores ambiciones culinarias y atesoran reflexión,
intencionalidad y matices dentro de un estilo convencional,
asequible y concreto. En la carta se encuentran alguna
que otra receta sofisticada, emperifollada
con suma prudencia, como el taco de salmón ahumado
con yogur y aceite de vainilla, que seguro complace
a todo tipo de públicos. O las judías
verdes con queso de cabra tostado y vinagreta de miel,
que demuestran rigor en las ejecuciones, una cualidad
inherente a un chef que destaca por su profesionalidad.
Las vieiras a la plancha salen en un certero punto de
cocción alegradas por una rica salsa de su coral
y cebolla. El bacalao confitado con parmentier y pil
pil de hongos rememora sabores conocidos con habilidad;
es norma de la casa. El pixín asado con tocino
ibérico y arroz cremoso de setas constituye una
propuesta gourmand que proporciona placer puro y duro.
En igual línea se encuentran los medallones de
rabo con purés de manzana y patata. mientras
que los nuevos postres atesoran conocimientos y delicadeza:
el tiramisú en copa con salsa de frambuesas y
el tocinillo con sacher y helado de leche merengada.
Respecto a lo más habitual en este establecimiento,
llevan larga vida dando fama a la casa el pulpo caliente
sobre laminas de patatas fritas impregnado de aceite
de perejil con pinceladas de pimientos del piquillo;
las croquetas de oricios o de queso de cabrales; la
crema de andaricas o nécoras; la yema tibia con
puré de patatas y trufa; los huevos de aldea
con patatas fritas y jamón de cerdo ibérico
de bellota; la fabada; la lubina al horno al estilo
tradicional y el entrecot de carne roja a la parrilla
con puré de patatas.
Y postres tan golosos como las casadielles, los frixuelos
rellenos de orujo de manzana, el pastel de chocolate
cremoso caliente y el arroz con leche requemado. En
resumen, una culinaria sólida y efectiva, que
cambia las formas, las actualiza, manteniendo un fondo
clásico, señorial y sobrio. Comer bien,
notablemente, ese es el objetivo de quien acude a este
restaurante que tan sólo pretende agradar; y
tanto que lo consigue.
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